El coral rojo es valioso para curar anemias, disturbios circulatorios, problemas menstruales, malnutrición e infertilidad.
Tanto los tibetanos como los indios americanos sabían que el coral rojo es indispensable para la formación de los huesos, especialmente en los niños.
Tanto el coral rojo como el rosa son ideales para tratar los nervios y problemas cardíacos.
Protector de la fertilidad, de la salud, ahuyenta el mal de ojo.
Desarrolla el sentido de la realidad, ayuda a resolver los conflictos internos que provocan depresiones y huidas de la realidad, da capacidad para enfrentar situaciones difíciles, como exámenes, entrevistas de trabajo, etc. Corrige la gula reprimida, el estreñimiento, flatulencia, trastornos hepáticos, diabetes, hemorroides internas, agotamiento nervioso y depresión mental.